"¿Qué soy?" Implacable pregunta que me atormenta esos días en los que la firmeza de apariencias decae. Me planteo que quizás tan sólo sea el leve rastro de lo que quiero ser, y que en el espejo de apariencias del mundo sólo se refleje una pequeña parte de mi total. Pero, ¿tengo un total? ¿soy una masa de ideas, pensamientos, sentimientos y demás etcéteras ridículos (o no) y palpables que juntos forman un algo que soy yo? Y, si así fuera, ¿cómo podrían ser apreciados si cada segundo que pasa mutan y forman otro algo diferente en el camino supuestamente ascendente que sigo? ¿qué me hace ser lo que soy? ¿Dónde está el pilar que me guía y le da continuidad a mi ser, y a la vez hace que pueda ser el mismo cúmulo de cosas siempre? ¿Si no nos encapsularan dentro de un cuerpo y fuéramos ánimas andantes, por así decirlo, tendríamos acaso un sello de identidad real? Resignado, me niego a dar un sí como respuesta a esta pregunta, y sigo preguntándome qué seríamos, guiándome por pensamientos que me arrastran hacia teorías que cuelgan de finísimos hilos y que corren siempre el riesgo de caer sobre un abismo de incertidumbre. Pienso que quizás seríamos como el aire, que por muchas veces que nos atraviese la piel siempre se ve embotellado en el interior de un concepto abstracto, pese a que cada vez que lo hace las partículas son distintas. Quizás seríamos las partículas de un algo global e indeterminado llamado persona.. Me pregunto, poco antes de caer en el alivio amnésico del sueño, qué desafortunado sería si sólo esta nube soltara su agua sobre mi cabeza.
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